Queridos gourmands: ¡Incendio en el Castillo de Peralada!
Hace unos cinco meses, cual tridente de sibaritas en busca del Santo Grial culinario, Boadas, este humilde servidor y otro compañero de fatigas (cuyo nombre me reservo para proteger su intimidad y evitar que me robe protagonismo) tuvimos el inmenso placer de visitar el Castillo de Peralada. Sí, ese mismo que parece sacado de un cuento de hadas, con sus torres, sus almenas y sus jardines de ensueño. 🏰✨
Íbamos con el estómago vacío y la cartera temblorosa, preparados para una experiencia gastronómica en el Castell Peralada Restaurant, que nos prometieron sería memorable. Y, queridos lectores, no nos decepcionó. Al ver la exquisitez de los platos, uno no sabía si colgarlos en la pared o comerlos. Parecía que estábamos a punto de sacrificar un cuadro de Dalí con cada bocado. 🎨😱
El menú, una oda a la cocina ampurdanesa con toques de vanguardia, era una sinfonía de sabores y texturas que nos transportó a un paraíso sensorial.
Permítanme que les deleite con algunos de los protagonistas de esta fiesta culinaria:
- "Un paseo por nuestro huerto": Un entrante que era un jardín en miniatura, con cebollitas de Figueres al perfume de trufa y berberechos bañados en esferas de estragón. 🌱🤤
- "Pensando en la tradición": Estrella de anchoas de L'Escala, ¡un clásico reinventado! 🌟🐟
- "Historia viva del Castell de Peralada, siglo XIV": "Lechuga" con crema y jugo reducido de cordero. ¡Hasta la lechuga tenía pedigrí! 🥬👑
- "Nuestro entorno": Ravioli de conejo a la Ampurdanesa, una explosión de sabor en cada bocado. 🐇💥
- "De la lonja": Romescada de dentón, fresco como una brisa marina. 🌊🐟
- "Paisaje de contrastes": Ternera de Girona, salsa de anchoas de la Escala y ensalada de encurtidos. ¡Un viaje por la comarca en un solo plato! 🏞️🥩
- "La cocina dulce": Zanahoria, especias y cítricos. ¡Un postre que era una obra de arte! 🥕🎨
- "Pequeñas inspiraciones de nuestra bodega": Petits-fours inspirados en los vinos de Peralada. ¡El broche de oro perfecto! 🍇🍾
En resumen, queridos gourmands, el Castillo de Peralada es un lugar donde la gastronomía se eleva a la categoría de arte.
Un festín para los sentidos, una experiencia sublime, con un servicio impecable, técnica perfecta y creatividad desbordante. Si tienen la oportunidad (y el bolsillo lo permite), no duden en visitarlo.
Cinco Llamas y Cinco Tenedores:
¡Incendio en la cocina! (Pero del bueno). Un festín para los sentidos. Experiencia sublime, servicio impecable, técnica perfecta y creatividad desbordante. Un lugar para volver una y otra vez (si el bolsillo lo permite).
NOTA, QUERIDOS GOURMANDS, podéis ver que son muy moderno, esta crítica va con emoticonos...
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